Beltaine o Beltane


Reina de Mayo. Beltaine. (EdinaTours)


Las celebraciones comenzaban con la Noche de Walpurgis, encendiéndose hogueras que se apagaban al día siguiente (Beltaine) para encender un simbólico fuego nuevo. Esa noche, en la que como en la que precede a Samhain (la otra gran festividad celta del 1 de noviembre ahora divulgada desde el Imperio como Halloween) vagaban los espíritus, ha sido advocada frecuentemente por el cine de terror.
Beltaine (1 de mayo) es una fecha simbólica, fundamental en el calendario celta (más perfecto todavía que el actual gregoriano, como prueba el bronce de Coligny) en el centro de la “Edad del Roble”. Las celebraciones giraban en torno a la naturaleza, ya que la religión celta tenía un preponderante sesgo panteísta.
Estos cultos a la Naturaleza (La Fuente de Vida, la Fuente de Todas las Cosas) fueron recreados con potente sentido mítico por la novelista norteamericana Morgan Llyvelyn, quien pone en boca del druida Anvar estas palabras:

"Más tarde descubriría que los romanos afirmaban que adorábamos a los árboles, pero los romanos sólo ven la superficie de las cosas. Los druidas no adoramos a los árboles, sino que adoramos entre los árboles y con los árboles. Todos juntos adoramos a la Fuente”.

El Druida, Barcelona, Martínez Roca.


No obstante, también han quedado testimonios históricos de estas celebraciones primaverales, como éste recogido por John Ramsay en las Islas Británicas durante el siglo XVI:

“Igual que el otro culto público de los druidas, la fiesta de Beltane, creemos que se ejecutaba sobre collados y cerros. Ellos pensaban que era degradante para aquel cuyo templo es el universo, suponer que morase en cualquier casa hecha con las manos. Por esta razón los sacrificios eran ofrendados al aire libre, con frecuencia sobre las cimas de las colinas, donde se les ofrecía el panorama más grandioso de la naturaleza y donde estaban más cercanos a la sede el calor y el orden”.


Beltaine en Inés (SO) 28/04/18

Gracias a la entrega y colaboración de los miebros de la Asociación Villa de Ines la fiesta fue un gran éxito. En un pueblo de 4 habitantes nos juntamos cerca de 80 para celebrar la primera luna de la primavera, la fecundidad de la tierra, los ritos paganos de nuestros ancestros celtíberos y nuestra identidad. No nos olvidamos de que nuetras tierras del Sistema Celtibérico sí que están olvidadas y marginadas y lanzamos a la prensa un mensaje que sí fue recibido: EL ABANDONO DEL MEDIO RURAL DEBE SER UNA CUESTIÓN DE ESTADO.

El programa lo inicia una conferencia del arquólogo Alberto Gonzalo sobre Celtiberia: "Legado del pasado e identidad de futuro" en el Centro social de la Villa de Inés a la que sigue una comida comunal en la alameda con música de sobremesa que culmina con un abrazo a los álamos y la plantación de un "mallo".


Un recital poético, la cena y un espacio de musica y diálogo cierran la jornada en fraternidad celtibérica.


La mañana del domingo se completa con una visita guiada a San Esteban de Gormaz (10 km) y luego a la ciudad celtíbero-romana de Termantia (Montejo de Tiermes), situada a 30 km. a cargo del arqueólogo Alberto Gonzalo, de la Asociación de Amigos de la Celtiberia.





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